Acabamos de terminar la temporada general de
caza y los cazadores ya tenemos ganas de más, si es que no podemos estarnos
quietos. El mes de marzo es un mes más tranquilo, salvo para aquellos que cacen
las cabras montesas o aprovechen las últimas jornadas de reclamo de perdiz.
Marzo es el mes previo a la caza del duende
del bosque, para aquellos que le guste, ¡que a quien no! Nos referimos a ese
pequeño cérvido que quita el sueño a más de uno… el corzo. Porque pocas piezas
de caza (acaso la perdiz) tienen aficionados más incondicionales que el corzo,
madrugadores y trasnochadores inasequibles al desaliento, desde abril a julio, y
en septiembre si la veda lo permite…